El mejor aliado en el recetario pastelero
El polvo para hornear es uno de los ingredientes más comunes en los recetarios de pastelería. Se utiliza en la repostería para agregar a las mezclas antes de cocinarlas, con la intención de que al hornear produzcan dióxido de carbono y suban su volumen.


Este ingrediente cumple la misma función de la levadura, aunque de una manera más rápida, debido a los compuestos con los que está hecho, pues, aunque la base principal del polvo para hornear es el bicarbonato de sodio, también se le añade un agente ácido, en este caso el crémor tártaro y un agente secante como la fécula de maíz.
¿Cómo almacenarlo?
En este apartado no hay mucho que buscarle. El polvo para hornear debe ser almacenado a temperatura ambiente en un lugar seco. Un lugar en nuestra alacena, lejos de una fuente de calor o de humedad, es el sitio perfecto. El refrigerador es una mala idea, puesto que acorta la vida del producto debido a la condensación que ocurriría dentro del empaque.
¿Cómo probar nuestro producto antes de utilizarlo?
el polvo para hornear pierde su potencia con el paso del tiempo, por lo que si tenemos dudas de su frescura, hay que hacer una prueba antes de usarlo.
Lo primero que tenemos que hacer es mover el contenido para ver si hay grumos. Los grumos son indicación de que el polvo para hornear ha recogido humedad, empezando su reacción en la lata. Lo segundo, es mezclar una cucharadita de polvo para hornear en un tercio de taza de agua caliente, si se forman burbujas generosamente, entonces el producto aún puede usarse.

¿Qué cantidad debo utilizar en mi preparación?
La cantidad de polvo para hornear estándar es de una cucharadita por cada taza de harina. Sin embargo, en algunos portales que abordan la materia recomiendan ajustar esta porción a la altura y al tipo de torta, ejemplo: A nivel del mar= mayor cantidad=2.5 al 3.0% y a más altura=menor cantidad= 1%.
¿Con bicarbonato de sodio se puede sustituir el polvo para hornear?
Debes saber que tanto el bicarbonato de sodio como el polvo para hornear, son levaduras que otorgan a los pasteles la capacidad de elevarse a través de una reacción en la que se produce dióxido de carbono.
Estas sustancias tienen la forma (comercial) muy similares. Su apariencia es la de un polvo muy fino, blanco e inodoro. Sin embargo, es muy frecuente confundirlos en la alacena, y a pesar de ser tan parecidos, no debes intercambiar uno por el otro en las recetas.
Aunque los dos realizan la misma función, el bicarbonato de sodio no se puede usar en sustitución del polvo de hornear porque el primero es cuatro veces más potente. Además, la masa a la que se agregará bicarbonato debe llevar siempre un elemento ácido para que tenga lugar la reacción.

Deja una respuesta